Fin de curso de Física y Astrofísica

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Ya llevamos cuatro años con el curso de “Física, ¿cómo funciona el mundo?” y la adaptación on line estos últimos años con los chicos y chicas ha sido un éxito: permite ajustar los horarios a sus necesidades y les da la oportunidad de expresarse libremente mientras desarrollan habilidades y aptitudes propias del método científico.

He podido disfrutar de los mejores alumnos que un profesor puede esperar y desear.

Algunos no pudieron terminar toda la duración y lo sentí, aunque fuera por motivos importantes (prepararse para becas USA o cosas similares, siempre buenas). Mi cariñosa despedida para todos ellos.

Aunque había preparado un contenido de unas 100 lecciones para impartir por días, y en un cierto orden, también los alumnos tenían la posibilidad de “remachar” con el texto pdf de Sears Zemansky (utilizado en universidades USA, Iberoamérica y España) y links para YouTube o artículos de internet.

Lógicamente las lecciones formaban parte de tres bloques (Física Clásica, Nanotecnología y Astrofísica). Al tratar de seguir un orden vi que los alumnos casi se aburrían con la Clásica, aunque yo la bauticé como “la de cada día”, tuve que ceder y pasar a la del “Espacio”. También yo quería detenerme en “la Nano Cuántica”; yo la llamaba la de “bajo tierra” y tampoco les entusiasmaba. Al final la que de verdad les encantaba era la Cosmología y Astrofísica, estudiando y relacionando las páginas tutoriales de la NASA. Hubo clases que estuvimos conectados todo el tiempo a “ella”…No sé si llegará el día en que me pidan, «Profe, por favor, las otras Físicas”. Y eso que usaba el truco a veces de decirles “he mejorado esta lección con los últimos avances…y enseguida pasamos a Astronomía…”

¿Pueden creer que muchas clases se convertían a final de curso en un diálogo alumno-profesor sobre todo si el tema era Astrofísica?

Lo que sí podemos concluir entre otras muchas cosas es que el conocimiento no tiene límites hoy día y menos todavía entre la población de personas con interés, curiosidad y ganas de explorar.

¡Feliz verano!

Basilio Martí

De compras: Telescopios

Tanto en Navidad como en verano, las familias nos preguntáis por recomendaciones sobre telescopios. Aquí os dejamos la propuesta de los profesores de Astrofísica.

TIPOS DE TELESCOPIOS

Refractores: son telescopios poco delicados que funcionan tan solo utilizando lentes. Sufren de aberración cromática (los bordes de la imagen adquieren un color falso) y los de bajo precio sufren de deformaciones también por los bordes. Su utilidad en astronomía va poco más allá de la observación de la Luna y los planetas. Su principal ventaja, aparte de ser los más duros y los que menos mantenimiento requieren, es que también pueden ser utilizados como telescopios terrestres para observación de aves etc.

Reflectores: son telescopios más delicados. Funcionan utilizando espejos. No sufren de aberración cromática y por poco precio se puede adquirir un telescopio de una potencia bastante buena, que podrá servir desde la iniciación hasta el nivel medio-alto. Con ellos se pueden observar todos los objetos astronómicos, pero su transporte y montaje requiere un poco más de cuidado.

Existen dos telescopios: los reflectores Newtonianos y los Cassegrain. Este último modelo es un poco más avanzado todavía, pero de manejo bastante sencillo. Tan solo requiere de un poco más de cuidado que el anterior.

El tamaño de los reflectores no influirá demasiado al principio:

  • Cuanto más ancho sea el telescopio, más luz captará y observará objetos más tenues (más lejanos).
  • Cuanto más largo sea, mayor será su punto focal y nos ofrecerá mayor aumento.

El aumento también se consigue gracias a los oculares, que son otro elemento indispensable. Normalmente el telescopio viene con dos oculares, uno suele ser de 20X y otro de 10X. Cuanto más pequeño sea el número, mayor será su aumento y más luz necesitará para tener buena nitidez. Cuanto mayor sea el número, se observará un campo mucho más amplio, con mayor nitidez y buena luz. Para la observación de galaxias y nebulosas y La Luna, un ocular entre 25X y 15X es idóneo. Para la observación de planetas, un ocular entre 15X y 7X también.

Para un aficionado de nivel básico-intermedio el tamaño influye relativamente poco.

Motores y manuales.

Existen telescopios motorizados y telescopios manuales. Los motorizados incluyen en su memoria todos los objetos astronómicos, y tan solo con la fecha, la hora, las coordenadas y dos estrellas pueden orientarse en el cielo y dirigirte a cualquier objeto que se desee observar. Además, poseen un movimiento continuo que contrarresta el giro de la tierra y mantiene “fijo” el objeto en el ocular.

Los telescopios manuales no tienen esa ventaja. Observar la Luna y los planetas, así como nebulosas como Orión o la galaxia de Andrómeda es sencillo: tienen un puntero láser que te asegura que por el telescopio ves aquello a lo que estás apuntando, y apuntar a esas zonas es bastante sencillo. Observar objetos más complejos tan solo requiere paciencia y conocimiento del cielo: con un buen planisferio o con cartas celestes, se puede ir haciendo “star jumping” comenzando desde un punto conocido y moviéndose poco a poco y “dando pequeños palos de ciego»en la dirección correcta se pueden encontrar cientos de objetos.

Una montura de un único brazo nos será perfecta para toda observación y fotografía planetaria con cámaras especializadas. Si queremos utilizar cámaras Reflex, necesitaremos otro tipo de montura más profesional, llamadas monturas ecuatoriales (astrofotografía profesional).

Como resumen: para empezar a conocer el cielo y el telescopio, se debería de empezar con un telescopio reflector Newton manual. Junto a un buen planisferio y unas cartas celestes o programas como Stellarium, se pueden pasar muchas buenas horas observando muchos objetos. Este telescopio puede ocupar un periodo de 1-2 años y ayuda a conocer el cielo, las constelaciones, las estrellas más importantes…

Si después de ese periodo “manual” se sigue aumentando el deseo de mejorar con nuestro telescopio, optaría por un Schmidt-Cassegrain motorizado. Con eso se puede empezar con la astrofotografía etc. y puede abarcar un periodo de otros 3-4 años.

Respecto a las marcas estas son las propuestas de Bresser:

Telescopio astronómico BRESSER NightExplorer 80/400
Bresser Telescopio Astronómico Acromático Ar-102/1000 Trípode Acero Eq3. Punto Rojo Led. Avanzado. Astrofotografí­a.

Caballeros y damas en «Magia Uclés»

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Recordamos ese refrán que dice «buenos y malos martes, los hay en todas partes» y llegamos a la conclusión de que  quien lo escribiera no  pudo conocer  #MagiaUclés ni vivió un martes como el que vivimos nosotros. Para empezar, hubiera … Sigue leyendo

Domingo de magos

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Comenzó la gran aventura , llena de familias con mucha ilusión, entusiasmo y una pequeña dosis de nerviosismo, lo normal cuanto tus hijos se van 5 días a un curso de enriquecimiento, donde disfrutarán y compartirán vivencias y experiencias,  con … Sigue leyendo

Curso de altas capacidades en Uclés : cinco días de sueños ARCA

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Howard Gadner  en 1983 estableció un nuevo concepto de la inteligencia como la “capacidad de resolver problemas y/o elaborar productos valiosos” La palabra inteligencia no tiene porqué  venir reconocida por la brillantez académica, ni ser innata, sino que la inteligencia … Sigue leyendo

Repensando las altas capacidades

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Nos llaman muchos padres y madres preocupados por los resultados obtenidos por sus hijos e hijas en las pruebas de inteligencia ante la sospecha de ser de altas capacidades. “¿Qué significa un CI de 129?” “Me han dicho que destaca en el área lógico matemática…”

¿Es mi hijo de altas capacidades o no?

Cuando se pasa una prueba de valoración, obtenemos un baremo que ofrece un dato inútil si no tenemos en cuenta la personalidad, el nivel madurativo, la persistencia en la tarea, la motivación, la creatividad, la historia del alumno o alumna y el entorno familiar y educativo.

Que no llegue a la puntuación de 130 puede a veces significar que no estaba motivado para realizar la prueba, que estuviera cansado o que no quisiera realizarla. En el caso de no alcanzar el famoso cociente intelectual en el que los profesionales nos basamos para orientarnos sobre el niño o la niña con altas capacidades, no debe obsesionar a los padres este dato, sería poco objetivo no tener en cuenta otros aspectos cualitativos para orientar e intervenir. Por tanto, el hecho de contar con un cociente intelectual de 125, también es una posibilidad en nuestra opinión, de saber utilizar esa inteligencia con motivación (proponiendo actividades que fomenten el interés del niño y que le ayuden a potenciar esas capacidades en las que destaca).

El diagnóstico ofrece la posibilidad de un buen asesoramiento para la intervención en el aula reduciendo la presión excesiva del entorno educativo y respecto a las expectativas de los padres que pueda afectar negativamente a su autoestima. Por eso además de trabajar desde el colegio, también es necesario trabajar desde casa con naturalidad y  proponer actividades  que puedan aumentar los intereses y conocimientos de vuestro/a hijo/ hija.

Un niño motivado hacia el aprendizaje debe ser el objetivo a lograr. Por eso es importante contar con toda la información de la que disponemos para saber orientar a nuestro alumno/ alumna / hijo / hija. El conocimiento va a ser su motor para aprender, de ahí la importancia de promover actividades que potencien una motivación continua.