Escapar de clase para aprender

Muro por franciscojgonzalez en flickr

Francisco.j.gonzalez

Un grupo de estudiantes abandona el aula durante el horario escolar. El resto de sus compañeros permanece en clase mientras que el profesorado permite esta deserción sin darle importancia. Semana tras semana, el espectáculo se repetirá con la misma reacción. ¿Una batalla perdida? Todo lo contrario.

Las siguientes tres horas, el personal fugado se dedicará a construir un molino con latas de refresco, a organizar el espacio de un cohete de la NASA, a elaborar el guión de un cortometraje o a fabricar jabones y perfumes.

Aragón lleva desde 2007 con un programa de altas capacidades integrado dentro del horario escolar para dar atención específica a este sector de su alumnado. Cuatro colegios forman parte de esta iniciativa en la que tienen cabida, también, quienes presentan un alto rendimiento escolar o algún talento en un área específica.

El objetivo de este programa es ofrecer una actividad inclusiva para aquel sector de estudiantes que busca retos continuos para avanzar en su conocimiento. Creatividad, motivación e inquietud son componentes fundamentales para formar parte de este grupo que toma las riendas de su propio aprendizaje.

El Programa de Desarrollo de Capacidades, que es su nombre oficial, se divide en seis ámbitos: científico, matemático, sociolingüístico, multimedia, creatividad y habilidades sociales. En cada uno de ellos se proponen diferentes actividades pero, por encima de cada propuesta, hay una premisa: enseñar a pensar y orientarles, pero no darles las soluciones.

Por cierto, no te preocupes: los chicos y chicas que asisten a estas sesiones luego recuperan sus clases con ayuda del profesorado y del resto de compañeros. Además, también se realizan acciones con todo el colegio para que el beneficio sea para el conjunto del grupo escolar. ¿Te parece un buen proyecto? ¿Echas de menos un programa así para tu hijo o hija?

 

Habilidades y talentos

HAB.

Uno de los lastres para la comunidad educativa y en los test de inteligencia es que sólo se hace énfasis en la memoria y el conocimiento, dejando a un lado otras habilidades importantes. Para  Robert Sternberg la creatividad es la habilidad para generar ideas o productos originales y útiles, no viene dada genéticamente, sino que se desarrolla a través de la experiencia. La creatividad es una actitud de vida, no es estática, va unida a verbos como crear, desafiar, redefinir y a expresiones como “ver lo que otros no ven”, acciones como generar ideas, y venderlas (esta última acción siempre lleva consigo la aceptación, pero normalmente las ideas creativas, redefinidas, originales y desafiantes  no son muy populares). Por esto, una actitud creativa lleva intrínseco la capacidad de tomar riesgos con sentido, la insistencia del poder de decisión.

Existe también la habilidad analítica que describen los test de inteligencia, la habilidad práctica (o sentido común para Sternberg), que si bien  se relaciona con la inteligencia académica, todos sabemos que el cociente intelectual no dice nada del sentido común de las personas. Si no se enfatiza en la habilidad práctica perdemos acciones y procesos de ejecución y desarrollo de ideas.

 Pero queda la habilidad más importante para Sternberg: la sabiduría y ética que  define con el ejemplo de “puede haber personas listas y altos cocientes intelectuales, pero con poca sabiduría: la habilidad de utilizar el conocimiento e inteligencia para realizar una bondad común, de metas que mejoren el mundo, un mundo y un lugar mejor para vivir, y que duren en el tiempo”. Los test no miden ni sabiduría ni ética, y viendo los acontecimientos del mundo y sociedades actuales, el fracaso surge de mirarse  en el propio ombligo, del narcisismo educativo en el que prima el “yo” y pensamiento en sí mismos, reflexionamos sobre si la sociedad necesita menos individualismos y cantidad de conocimientos, y más habilidades creativas, prácticas y sabiduría o como dice Sternberg “una amplia definición de las habilidades de las jóvenes y  no sólo tener en cuenta la habilidad de adquirir conocimientos”.

Y si no….os sugerimos haceros la pregunta con la que Sternberg inició su ponencia: ¿Creéis que se desperdician los talentos?

Desmontando mitos sobre las altas capacidades

 

1

Alrededor de 300.000 niños  en España tienen altas capacidades. El 70% tienen bajo rendimiento académico, y  entre el 35% y el 50%, sufre fracaso escolar.

A estas alturas todavía existen mitos sobre las AACC. Se espera de estos alumnos que tengan una competencia intelectual general que les haga sobresalir en todas las áreas del curriculum.

La realidad es bien distinta, no tienen por qué dominar todas las áreas, de hecho tiende  a estar definida en un campo específico. No son “perfectos”, ni lo hacen todo bien. Los profesores a veces suponen que los alumnos de altas capacidades no suspenden nunca y que por tanto, “está mal diagnosticado”,  o puede que lo haya sido  pero “ya no lo es”.

Debemos atenderles en la medida de lo posible y no mantener el estereotipo de niños que tienen habilidades excepcionales en todas las áreas de la vida. Tienden a aburrirse en clase por el estilo de las propuestas, lo que conlleva a la desmotivación y a veces, a conductas disruptivas en detrimento del rendimiento académico y de las relaciones con el profesor. Necesitan experiencias educativas diferentes y más flexibles.

Muchos profesores no tienen problemas para adaptar sus programaciones a los alumnos con dificultades de aprendizaje, pero sí son reticentes a adaptarla para aquellos que destacan. Debemos ofrecer una educación que les permita desarrollar sus habilidades mentales  planteando procesos de enseñanza-aprendizaje que den respuesta a sus posibilidades y capacidades.

Faltan recursos de información y formación para los profesionales que han de trabajar con estos alumnos. Como propone C. Genovard,  un profesor abierto a ideas y experiencias nuevas, amplía el horizonte de los intereses de los alumnos con los que está. Partiendo de esta actitud, en el aula donde todos se sienten partícipes, la diversidad individual puede servir de ayuda y estímulo mutuo.

Por otra parte, las actividades pueden resultar más enriquecedoras cuantos más recursos utilicen los alumnos para realizarlas, por eso se debe animar a que aumenten la información con experiencias personales, materiales complementarios (juegos, talleres, audiovisual y multimedia), investigaciones y proyectos (organización del trabajo, recursos, definición de tareas, presentación del resultado), adaptación de los temas a los intereses de los alumnos, conexiones, banco de ideas, pensamiento crítico, distintos tipos de agrupamiento…de esta manera estaremos enriqueciendo el currículum ordinario.