Martes Científico y Arquitectónico

Empezamos desayunando restos de pizza además del desayuno habitual, cola cao, bollos, pan tostado, zumo…

En el aula nos esperaba Gustavo que es físico y sabe muchos experimentos. Entre ellos uno con fuego que hacía que al quemar una bolsita de té, volara por la fuerza del calor y la presión que ejercía éste sobre el papel. (Convicción).  Nos presentó a su geco Federico para explicarnos la adherencia de los pelitos de sus patas sin ninguna fuerza, solo busca el calor para conseguirlo pero no funciona en el vidrio. Terminó con un experimento que no pudimos repetir en clase porque era peligroso: consiste en una lata de refresco, le echas agua con unas pinzas lo metes en un horno donde se caliente el agua, le das la vuelta sobre una bañera de agua fría, y sale la explosión a causa del contraste de temperaturas y la lata queda comprimida.

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Después comimos lentejas y san Jacobo y nos fuimos a la sala de trabajo a terminar la casa. Quedó muy chula con la pintura fluorescente. Nos llevó casi toda la tarde pero nos dio tiempo a una sesión de negociación, estrategia y confianza con los compañeros, se trata del juego del reparto de “x” e “y”. Nos costó al principio pillarlo y perdimos todos por no tener confianza en los compañeros. Solo confió el grupo 4 y perdió porque los demás no tenían confianza en ellos.

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Nos duchamos para bajar a cenar puré con picatostes y tortilla de patata con ensalada.

Después subimos a nuestra “nueva casa” y ahí hicimos nuestra última asamblea. Fuimos pasando el turno con un dado gigante o balón de fútbol cuadrado y todos propusimos cosas que nos hubiera gustado hacer. AL final nos dimos cuenta de que si nos hubiéramos portado mejor, nos habría dado tiempo a hacer más cosas, por ejemplo, más experimentos con Gustavo.

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Terminamos nuestro martes, como siempre, con guerra de almohadas.

Habilidades y talentos

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Uno de los lastres para la comunidad educativa y en los test de inteligencia es que sólo se hace énfasis en la memoria y el conocimiento, dejando a un lado otras habilidades importantes. Para  Robert Sternberg la creatividad es la habilidad para generar ideas o productos originales y útiles, no viene dada genéticamente, sino que se desarrolla a través de la experiencia. La creatividad es una actitud de vida, no es estática, va unida a verbos como crear, desafiar, redefinir y a expresiones como “ver lo que otros no ven”, acciones como generar ideas, y venderlas (esta última acción siempre lleva consigo la aceptación, pero normalmente las ideas creativas, redefinidas, originales y desafiantes  no son muy populares). Por esto, una actitud creativa lleva intrínseco la capacidad de tomar riesgos con sentido, la insistencia del poder de decisión.

Existe también la habilidad analítica que describen los test de inteligencia, la habilidad práctica (o sentido común para Sternberg), que si bien  se relaciona con la inteligencia académica, todos sabemos que el cociente intelectual no dice nada del sentido común de las personas. Si no se enfatiza en la habilidad práctica perdemos acciones y procesos de ejecución y desarrollo de ideas.

 Pero queda la habilidad más importante para Sternberg: la sabiduría y ética que  define con el ejemplo de “puede haber personas listas y altos cocientes intelectuales, pero con poca sabiduría: la habilidad de utilizar el conocimiento e inteligencia para realizar una bondad común, de metas que mejoren el mundo, un mundo y un lugar mejor para vivir, y que duren en el tiempo”. Los test no miden ni sabiduría ni ética, y viendo los acontecimientos del mundo y sociedades actuales, el fracaso surge de mirarse  en el propio ombligo, del narcisismo educativo en el que prima el “yo” y pensamiento en sí mismos, reflexionamos sobre si la sociedad necesita menos individualismos y cantidad de conocimientos, y más habilidades creativas, prácticas y sabiduría o como dice Sternberg “una amplia definición de las habilidades de las jóvenes y  no sólo tener en cuenta la habilidad de adquirir conocimientos”.

Y si no….os sugerimos haceros la pregunta con la que Sternberg inició su ponencia: ¿Creéis que se desperdician los talentos?

Desmontando mitos sobre las altas capacidades

 

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Alrededor de 300.000 niños  en España tienen altas capacidades. El 70% tienen bajo rendimiento académico, y  entre el 35% y el 50%, sufre fracaso escolar.

A estas alturas todavía existen mitos sobre las AACC. Se espera de estos alumnos que tengan una competencia intelectual general que les haga sobresalir en todas las áreas del curriculum.

La realidad es bien distinta, no tienen por qué dominar todas las áreas, de hecho tiende  a estar definida en un campo específico. No son “perfectos”, ni lo hacen todo bien. Los profesores a veces suponen que los alumnos de altas capacidades no suspenden nunca y que por tanto, “está mal diagnosticado”,  o puede que lo haya sido  pero “ya no lo es”.

Debemos atenderles en la medida de lo posible y no mantener el estereotipo de niños que tienen habilidades excepcionales en todas las áreas de la vida. Tienden a aburrirse en clase por el estilo de las propuestas, lo que conlleva a la desmotivación y a veces, a conductas disruptivas en detrimento del rendimiento académico y de las relaciones con el profesor. Necesitan experiencias educativas diferentes y más flexibles.

Muchos profesores no tienen problemas para adaptar sus programaciones a los alumnos con dificultades de aprendizaje, pero sí son reticentes a adaptarla para aquellos que destacan. Debemos ofrecer una educación que les permita desarrollar sus habilidades mentales  planteando procesos de enseñanza-aprendizaje que den respuesta a sus posibilidades y capacidades.

Faltan recursos de información y formación para los profesionales que han de trabajar con estos alumnos. Como propone C. Genovard,  un profesor abierto a ideas y experiencias nuevas, amplía el horizonte de los intereses de los alumnos con los que está. Partiendo de esta actitud, en el aula donde todos se sienten partícipes, la diversidad individual puede servir de ayuda y estímulo mutuo.

Por otra parte, las actividades pueden resultar más enriquecedoras cuantos más recursos utilicen los alumnos para realizarlas, por eso se debe animar a que aumenten la información con experiencias personales, materiales complementarios (juegos, talleres, audiovisual y multimedia), investigaciones y proyectos (organización del trabajo, recursos, definición de tareas, presentación del resultado), adaptación de los temas a los intereses de los alumnos, conexiones, banco de ideas, pensamiento crítico, distintos tipos de agrupamiento…de esta manera estaremos enriqueciendo el currículum ordinario.

Rebecca Reagan: metodología de contrastes en escritura

 

Rebecca Reagan: metodología de contrastes  en escritura

[one_half][/one_half]La escritura es uno de los retos del profesor ante su alumnado. Hacer escribir, con cierto criterio, a un estudiante es enfrentarse a una retahíla de «no se me ocurre nada», «ahora qué pongo», «no sé cómo seguir» y  «me aburro». Si estas quejas las salpicamos con media docena de “profe, profe, profe” nos podemos hacer un cuadro más o menos aproximado de la situación.

Los mapas de escritura ofrecen una solución a esta cuestión. Organizando los conceptos y estableciendo una estructura cara del texto que se quiere escribir, el estudiante sigue un camino a partir del cual desarrollar su trabajo.

Rebecca Reagan, del Centro Nacional para la Enseñanza del Pensamiento, presentó esta propuesta durante el IX Congreso FNCE (Fundación Nuevas Claves Educativas). La metodología es sencilla y pretende abarcar todo el proceso de escritura desde que se piensa el primer borrador hasta que se llega al texto definitivo.

Uno de los ejemplos de Reagan se basa en los contrastes entre dos relatos:

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En este caso, se ofrece al alumno dos historias de dos personajes (Lincoln y Douglass en el ejemplo) y, a continuación se les presenta un mapa para que contrasten la información (pinchar en la imagen para ver a mayor resolución). Esta guía permite al estudiante contar con una serie de datos de partida previos a su propio proceso de escritura que le facilitará el trabajo.

Hay muchos más modelos de mapas: cartas persuasivas estructuradas en párrafos con indicaciones claras de que debe contener cada una (presentación, exposición de motivos, argumentos en pro y en contra, sugerencia), esquemas sobre toma de decisiones (opciones, consecuencias de cada una de esas opciones, refuerzos y riesgos para tomar cada una de ellas…).

El profesorado puede encontrar, o crear, diversos mapas según las necesidades de sus alumnos o sus propias expectativas. Sin embargo, a pesar de la utilidad de estas técnicas, desde ARCA nos surgen algunas preguntas:

 

–       Dentro de las altas capacidades, ¿no supone un condicionamiento excesivo marcar estas pautas?

–       A pesar de que es complicado motivar para la escritura (salvo excepciones), ¿queremos asumir el riesgo de interferir lo menos posible en este proceso para ver donde llega cada estudiante por sí mismo?

 

Esto no supone, en ningún caso, apoyar un trabajo sin guía en el que el profesor sobra, sino intentar reducir la autorización al mínimo para cuando el propio alumno la reclame u observemos que esté estancando.[one_half_last][/one_half_last]